CO.INCIDIR 92

Octubre libertario, primavera de fuego, esperanza habitando el aire que respiramos. Las cipselas aguardan tras tu espalda oscura que sus filamentos suspendidos por fin abran tu mirada. Mujer frente a la niebla azul, inhalas la furia que te acecha. El horizonte guarda a los niños que en silencio cantan la fiesta anual. Ríen en gestos, danzan invisibles, y esperan tu regalo de ocho flores cipseladas. El cañón apunta al centro de tu pecho. Ellos no saben que si revientan tu corazón, serán cientos, miles los ángeles púrpuras que abrirán los ojos de todas la madres del universo. No hay ejército que detenga el paso de las flores ensangrentadas. Bienvenida edición de otro octubre de esperanza.

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