CO.INCIDIR 110

Hemos comenzado otro año; enero, realidad e incertidumbre, misterio. ¿Será acaso que uno contiene al otro, será que viajamos la realidad en el misterio, y en cada misterio late una realidad? Fuego llegando a los pies de su afluente para beberse y encender el reflejo hasta consumirse, hasta fundirse en la humedad de los pétalos y las especies devastadas. Fuego que llora su triste sino, maldición que hace perpetuar la especie; fuego restaurador, guía en el corredor de la muerte, llama al centro de la gruta, caverna resguardando las memorias, las dudas, las alegrías pequeñas que no caben en el recuerdo, los pequeños dolores que no caben en el alma. El polen de las flores se desprende de la antera. Tantos días en el universo intrauterino, tantos millones de años en el cáliz del universo. Una célula, un átomo viajando de flor en flor. ¿Es el polen despojo de las flores? ¿Un hijo marchito, un aborto espontáneo? Si él no supiera, buscaría a tientas una respuesta a su finitud vegetal, a su existencia aérea, a su caída al purgatorio, o al ascenso al estigma y su paraíso. ¿Pero lo sabe? No importa, su sueño vive en el presente y en los cientos, miles de pistilos que esperan su llegada. A la hora del sol, en la silenciosa noche, día tras día, anhela la existencia. Mañana será crisálida consumida por el fuego,ceniza nutriente, micelio, fuente de pájaros sedientos, toromiro resucitado. El éter del misterio es el viento sobre las cortinas de la tarde.

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