EDICIONES MENSUALES
- Página principal
- CO.INCIDIR 25
- CO.INCIDIR 26
- CO.INCIDIR 27
- CO.INCIDIR 28
- CO.INCIDIR 29
- CO.INCIDIR 30
- CO.INCIDIR 31
- CO.INCIDIR 32
- CO.INCIDIR 33
- CO.INCIDIR 34
- CO.INCIDIR 35
- CO.INCIDIR 36
- CO.INCIDIR 37
- CO.INCIDIR 38
- CO.INCIDIR 39
- CO.INCIDIR 40
- CO.INCIDIR 41
- CO.INCIDIR 42
- CO.INCIDIR 43
- CO.INCIDIR 44
- CO.INCIDIR 45
- CO.INCIDIR 46
- CO.INCIDIR 47
- CO.INCIDIR 48
- CO.INCIDIR 49
- CO.INCIDIR 50
- CO.INCIDIR 51
- CO.INCIDIR 52
- CO.INCIDIR 53
- CO.INCIDIR 54
- CO.INCIDIR 55
- CO.INCIDIR 56
- CO.INCIDIR 57
- CO.INCIDIR 58
- CO.INCIDIR 59
- CO.INCIDIR 60
- CO.INCIDIR 61
- COINCIDIR 62
- CO.INCIDIR 63
- COINCIDIR 64
- CO.INCIDIR 65
- CO.INCIDIR 66
- CO.INCIDIR 67
- CO.INCIDIR 68
- CO.INCIDIR 69
- CO.INCIDIR 70
- CO.INCIDIR 71
- CO.INCIDIR 72
- CO.INCIDIR 73
- CO.INCIDIR 74
- CO.INCIDIR 75
- CO.INCIDIR 76
- CO.INCIDIR 77
- CO.INCIDIR 78
- CO.INCIDIR 79
- CO.INCIDIR 80
- CO.INCIDIR 81
- CO.INCIDIR 82
- CO.INCIDIR 83
- CO.INCIDIR 84
- CO.INCIDIR 85
- CO.INCIDIR 86
- CO.INCIDIR 87
- CO.INCIDIR 88
- CO.INCIDIR 89
- CO.INCIDIR 90
- CO.INCIDIR 91
- CO.INCIDIR 92
- CO.INCIDIR 93
- COINCIDIR 94
- CO.INCIDIR 95
- CO.INCIDIR 96
- CO.INCIDIR 97
- CO.INCIDIR 98
- CO.INCIDIR 99
- CO.INCIDIR 100
- CO.INCIDIR 101
- CO.INCIDIR 102
- CO.INCIDIR 103
- CO.INCIDIR 104
- CO.INCIDIR 105
- CO.INCIDIR 106 (PARTE 1)
- CO.INCIDIR 106 (PARTE 2)
- CO.INCIDIR 107
- CO.INCIDIR 108
- CO.INCIDIR 109
- CO.INCIDIR 110
- CO.INCIDIR 111
- CO.INCIDIR 112
CO.INCIDIR 106 (PARTE 2)
Esta edición anhela ser un aporte a la memoria histórica, para que “más temprano que tarde” volvamos a Co.incidir.
Será un recorrido doloroso, pero necesario. Las heridas abiertas serán siempre abismos, subterráneos donde la oscuridad confundirá los pasos del pueblo. Nos animamos con coraje, con respeto, con dolor, a transitar estos poemas, relatos, recuerdos, para comprender en qué y por qué nos transformamos, durante estos 50 años, en cosecha imperialista.
Miremos con atención, reflexionemos, dialoguemos, preguntemos; la respuesta existe, es compleja, pero permitirá visualizar que detrás de cualquier debilidad humana o anhelo de nobleza y restitución, existe un depredador dispuesto a ejercer su crueldad y rapiña. Si hoy nos acosa la contradicción, la debilidad, la indiferencia, hay 3.065 entre muertos y desaparecidos que lucharon para que eso no nos sucediera. ¿Fracasaron? ¿El ideal de un bienestar para todos seguirá siendo una arenga ingenua? ¿Tenemos el derecho de olvidar el sufrimiento que persiste en nuestra memoria colectiva? ¿Tenemos el valor de limpiar la herida para que su sangre no nos persiga de generación en generación? ¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a hacerlo?
Para quienes aún poseen la mirada de asombro y el corazón que llora ante la ignominia y la traición, tomen entre sus manos estas páginas y avancemos con la luz de las palabras hasta iluminar los abismos de nuestros muertos y desaparecidos, ¡para que nunca más!
(María Alicia Pino-Malicia))
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario