CO.INCIDIR 49

Hay una luz, como la del recorrido del medio día vestido de uniforme azul de provincia. Regiones con manos adolescentes apacibles caminando la tierra de otro, con un sueño: Olvidarse de esa luz de medio día, de las manos, de las horas que parecen no ser nuestras cuando la voz del devenir te sacude los hombros y tú corres por la avenida huyendo del presente hasta caer de bruces en la ciudad de los rascacielos. Una larga oración para un recorrido terminable. Si te hubiesen dicho que la puerta se cerraba, y más allá sólo un eco durando lo que dura el eco de una célula, tú sabrías que es mejor no soltar la mano de ese adolescente y llenar de besos húmedos el rostro de ese que te sonríe. No hay más diecisietes entrando las primeras puertas de los viejos moteles de calle San Martín. Los diecisietes murieron el día en que dejaron de Co.incidir. Un nuevo marzo que se parece a los marzos de las adolescencias hastiadas de liceos y de ignorancia. Un nuevo marzo donde podemos co.incidir no se sabe hasta cuándo. Malicia

No hay comentarios:

Publicar un comentario